La organización de consumidores evaluó las condiciones de acceso a farmacias de cuatro comunas urbanas alejadas del centro de Santiago. La pesquisa evidenció una importante concentración en la ubicación de los establecimientos, en cada uno de los barrios, lo que obliga a muchos vecinos a recorrer largas distancias para conseguir medicamentos.
El estudio, además, consigna los precios determinados por las farmacias sondeadas a diez medicamentos de venta directa, y los compara con los establecidos por los establecimientos del centro de Santiago.
Más de cinco kilómetros deben recorrer vecinos de Peñalolén para encontrar la farmacia más cercana y, así, comprar remedios como la Aspirina o Panadol. Así lo establece un estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios de Chile (ODECU), en que se evaluó la accesibilidad de los medicamentos de venta directa.
El informe da cuenta de la necesidad de implementar un sistema que amplíe los puntos de acceso a medicinas, primordialmente a aquellas que no requieren receta, “estableciendo puntos de venta en locales debidamente autorizados y controlados en los distintos barrios de cada comuna”.
La investigación de ODECU se centró en la situación de cuatro zonas urbanas del Gran Santiago: El Bosque, Independencia, Peñalolén y Cerro Navia. En éstas se localizaron los expendios legales de medicamentos que no requieren receta, ejercicio que permitió a la agrupación de consumidores identificar que éstas se concentran principalmente en los barrios comerciales de cada comuna. A partir de ese dato, se midió la distancia –ida y vuelta– que los vecinos más alejados de esos puntos deben recorrer para acceder a los medicamentos.
Los resultados revelan que vecinos de El Bosque deben recorrer hasta 4.2 kilómetros para acceder a la farmacia más cercana. Mientras que, en Cerro Navia la distancia se extiende a 4.1 kilómetros. En El Bosque, son 3.250 metros los que deben transitar sus vecinos. Finalmente, en Peñalolén es donde se identificaron los recorridos más extensos, llegando estos hasta los 5.4 kilómetros.
Según afirma el estudio, “ninguna de las distancias consignadas es de aquellas que las personas recorren normalmente a pie”, por lo que éstas se ven obligadas a recurrir a la locomoción colectiva –en caso de no poseer vehículo–, lo que genera un aumento de $1.180 en el precio de cualquier medicamento (considerando los $590 de ida y los de vuelta).
Concentración de farmacias y comportamiento de precios
Además del acceso a los medicamentos, ODECU sondeó el comportamiento de los precios de estos en las distintas farmacias de las cuatro comunas seleccionadas para el estudio. Para ello se estableció una lista de nueve remedios “emblemáticos” entre los que se encontraron Tapsin, Aspirina, Clarimir, Red Off, Kitadol, Fisiolimp, Visine, Dipirona y Panadol.
Según informa la agrupación de consumidores, “los precios de cada cadena se mantienen semejantes en las distintas comunas”, al igual que en la comparación entre las distintas empresas. El informe destaca que, incluso en los sectores donde sólo hay farmacias independientes, éstas “tienden a seguir los precios de las grandes cadenas”.
Por otro lado, ODECU resalta la poca diversidad de farmacias existente en las cuatro comunas estudiadas y en el mercado, en general. En esta línea, la agrupación expone que Cerro Navia es “la única comuna que no cuenta con farmacias de las tres grande cadenas dominantes del mercado”.
Caso contrario es el de Peñalolén, donde 12 de las 13 farmacias de la comuna pertenecen a las grandes cadenas. En Independencia, en tanto, cuatro de los nueve expendios de medicamentos son independientes.
El presidente de ODECU, Stefan Larenas, explicó que el estudio de la agrupación involucra tres derechos fundamentales para los consumidores: al consumo, a la elección y a la educación. “El primero tiene que ver con lo dificultoso y oneroso que puede llegar a ser, para algunas personas, el acceso a los medicamentos. El segundo, con que si los medicamentos se exhibieran en góndolas, estos podrían ser objeto del escrutinio y comparación de los consumidores, quienes podrían comprar según su conveniencia. De esto se desprende el tercer derecho pues, para que se dé todo esto, es imperioso educar a los consumidores y entregar toda la información necesaria para que estos puedan evaluar su compra”.
A raíz de esto, el dirigente sostiene que no entiende el rechazo que los parlamentarios han expresado al proyecto de ley que permite la venta de medicamentos OTC –que no requieren receta–, ya que “cuando los parlamentarios votan en contra de estas propuestas, en el fondo, están votando en contra de los derechos y los intereses de los consumidores”.
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